Cómo moverse por Lisboa en metro, tranvía, funiculares… Lo que debes saber

Si tienes poco tiempo, lo mejor es combinar el uso del metro con algunos trayectos en tranvía. Lisboa es compacta y muchas zonas se recorren bien a pie, pero para distancias largas, el transporte público te ahorra energía y tiempo.

La Lisboa Card te permite usar gratis metro, tranvías, autobuses y trenes suburbanos. Además, incluye la entrada a varias atracciones, como la Torre de Belém o el Monasterio de los Jerónimos. Es ideal si planeas moverte mucho y visitar sitios turísticos.

Los tranvías funcionan como cualquier otro transporte: se paga con billete o tarjeta. El más famoso es el 28, que recorre barrios históricos con mucho encanto. Hay otros como el 15 o el 12 que también conectan zonas interesantes.

El 28 es un tranvía antiguo que atraviesa las zonas más pintorescas de Lisboa. A diferencia de otros, tiene más valor turístico que práctico. Suele estar lleno, pero vale la pena si quieres una experiencia típica.

Sí, el metro de Lisboa es sencillo, limpio y seguro. Tiene solo cuatro líneas y las estaciones están bien señalizadas. En la mayoría encontrarás mapas y máquinas con varios idiomas para comprar billetes.

La forma más cómoda y económica es tomar la línea roja del metro, que conecta directamente el aeropuerto con el centro. También hay autobuses y servicios como Uber o Bolt que funcionan muy bien.

Depende de la zona y tu energía. Muchas áreas como Baixa, Chiado o Alfama se disfrutan más caminando. Pero para lugares como Belém o el Parque de las Naciones, conviene usar metro o tranvía.

Sí, es seguro y muchas veces más barato que un taxi. Tanto Uber como Bolt funcionan muy bien en Lisboa, y son una buena opción si vas con equipaje, en grupo o quieres evitar cuestas.

Si vas a estar solo uno o dos días, un billete diario ilimitado es buena opción. Para estancias más largas, la tarjeta Viva Viagem recargable es lo más práctico y económico.

Sí, con la tarjeta Viva Viagem puedes usar todos los medios de transporte público, incluyendo metro, tranvía, autobuses y algunos trenes. Solo necesitas cargarla con el tipo de billete que prefieras.

Se compra en cualquier estación de metro, en máquinas automáticas o taquillas. Puedes recargarla con viajes sueltos, billetes de un día o saldo (modo “zapping”). Es muy fácil de usar.

Lisboa tiene muchas cuestas, así que no es la ciudad más cómoda para ir en bici. Sin embargo, hay zonas planas como Belém o la orilla del río donde sí es agradable, sobre todo con bici eléctrica.

Uno de los errores más comunes es no validar el billete o la tarjeta al subir. Otro es no comprar la tarjeta Viva Viagem, lo que hace que pagues más por cada viaje. También conviene evitar las horas punta.

Barrio Alto, Chiado, Baixa, Alfama, Belém y el Parque de las Naciones están bien conectados por transporte público. Puedes moverte fácilmente entre ellas sin necesidad de coche.

Usar la tarjeta Viva Viagem con saldo “zapping” o comprar la Lisboa Card puede ayudarte a ahorrar bastante. Además, caminar entre barrios cercanos evita pagar trayectos innecesarios.